Argentina se quedó con la medalla de Plata en los Odesur, con otro buen aporte de Giordano
(Viernes 8 de junio de 2018). La Selección Argentina U18, con el base de Regatas Corrientes Marco Giordano (17 puntos), cayó en la final de los Juegos Odesur ante Paraguay por 68 a 71, y se quedó con la medalla de plata.
La derrota final no debe empañar un progreso colectivo. La Selección Argentina U18, con el base de Regatas Corrientes Marco Giordano como goleador del equipo (17 puntos) perdió en la final de los Juegos Odesur ante Paraguay y se quedó con la medalla de plata.
Fue 71 a 68 en un partido muy parejo, que se resolvió por detalles. Los dirigidos por Maximiliano Seigorman perdieron frescura cuando la presión creció y, si bien estuvieron muy a la altura del desafío, terminaron cayendo.
Pero no es más que un tropezón. La evolución de la camada esta vez fue tangible y genera ilusión de cara al FIBA Américas U18 de Canadá, donde en pocos días el plantel se estará jugando la clasificación al Mundial U19 del año próximo.
Argentina ganaba 68 a 65 a 1’30’’ del final. Y no pudo anotar más. Un triple de Gabriel Peralta (27 puntos) a falta de 24’’ le dio la ventaja a los paraguayos (69 a 68) y más tarde dos libres del ex Regatas Corrientes, Bruno Zanotti (24) permitieron estirar la diferencia a tres.
Juan De la Fuente tuvo la oportunidad para empatar con cuatro segundos en el reloj (recibió falta mientras tomaba un triple), pero falló todos los libres; el último adrede en busca del rebote ofensivo.
El base de Regatas Corrientes, Marco Giordano fue el goleador “albiceleste” con 17 puntos; en tanto Francisco Farabello aportó 16 puntos y 6 asistencias para la causa. En tanto Francisco Caffaro sumó aportó 8 puntos y 9 rebotes.
La medalla de plata, que por unas horas, tendrá gusto a poco para el grupo, pasará a cobrar trascendencia con el correr de las horas. Porque este conjunto de adolescentes peleó mano a mano contra hombres de muchísima más experiencia.
Al fin y al cabo, el objetivo central del equipo es el FIBA Américas U18 de Canadá. Allí la Selección se jugará el pase al Mundial, en uno de los certámenes continentales más parejos de la década, al menos en los pronósticos previos.