Verano

Juventud, divino tesoro

(Viernes 12 de enero de 2018). En estos tiempos de globalización, en donde todo se hace vía celular e internet, la playa del Club de Regatas Corrientes, con todas sus bondades, brinda otra alternativa, la del trato directo, en donde la palabra y los gestos son el común denominador.

Se trata de compartir, de disfrutar, de dialogar, de conocer, de intimar, de disfrutar. Sin controles, sin aplicaciones, sin codificaciones, sin el avance tecnológico que muchas veces no deja ver con tanto brillo.

Así el valor de las simples cosas toman un significado inconmensurable. Ruedas de amigos a puro terere en las piletas de río, en los toma soles o en la playa se hacen interminables, salvo algún chapuzón para combatir el agobiante calor.

Entonces la juventud en la playa regatense se olvida por unos minutos, en realidad por horas y hasta toda la tarde, del celular, haciéndose espacio para los amigos; algo impensado por los padres, que todos los días tratan de sacarle una palabra a sus hijos con tirabuzón.

En Regatas los tiempos son otros, los valores también, como en la época del poeta nicaragüense Rubén Darío, con su expresión sublime “Juventud, divino tesoro”, en donde se podía dialogar frente a frente sin tanta globalización.

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