(Viernes 15 de febrero de 2019). Con una producción de títeres para los más pequeños llegó a su fin la colonia de vacaciones del Club de Regatas Corrientes. Un cierre distinto, con los colonos disfrutando con ocurrencias que merecen ser contadas.
La jornada tuvo emociones por donde se lo mire. Desde los más pequeños hasta los más grandes, pasando por los profesores y terminando en los padres, que vieron como tres turnos, desde diciembre último, se esfumaron en una abrir y cerrar de ojos.
Y como era la última jornada, como cada día de la colonia, hubo mucha alegría, juegos, y una actuación imperdible de títeres para los más pequeños, terminando en el último almuerzo compartido a toda orquesta.
La actuación de los títeres merece ser contada, ya que a la inocencia y la espontaneidad de los colonos hay que agregarle su sinceridad y critica cuando el espectáculo ganó en minutos. “¿Falta mucho?”…
Es que cuando hubo interacción y magia la cosa venía de mil maravillas. Los colonos se convirtieron en protagonistas y las preguntan llovían. “¿Cómo te llamas chanchita?”… “¡No salgas de la casa!”… “¡Cuidado con el lobo feroz!”… en medio de la música.
Pero cuando en su afán de ayudar se acercaron a la casa y conocieron los secretos de los títeres la magia se terminó y la función también, dando paso a la creatividad de los profesores para seguir con la fiesta.
Y en el final, como toda despedida, hubo mucha emoción, nostalgia, pero el firme compromiso, principalmente de los más pequeños, de volver a la colonia del Club de Regatas Corrientes. ¡Hasta el 2020!.